La novela 1984 de George Orwell critica principalmente
los totalitarismos que surgieron a principios del siglo XX. Concretamente, el objetivo
de esta novela es criticar el régimen comunista de la Unión Soviética, liderado
por Stalin. Esto se hace más evidente al observar que INGSOC es un juego de
palabras de la SOCING, cuya traducción es “socialismo”. Sin embargo, el autor
realmente critica la mala aplicación de esta ideología política, puesto que
durante su estancia en España, luchó junto al bando republicano en la Guerra
Civil.
Ahora bien, con esta crítica nos quiere hacer ver que si
no actuamos contra el totalitarismo, el Estado será capaz de dominar a todos
los individuos (en cuerpo, mente y espíritu) y a la misma Historia (modificando
lo que sucedió, sucede y sucederá).
Todo esto está reflejado en los lemas ya mencionados del
partido:
- WAR IS PEACE; FREEDOM IS SLAVERY; IGNORANCE IS STRENGTH.
- WHO CONTROLS THE PAST CONTROLS THE FUTURE. WHO CONTROLS THE PRESENT CONTROLS THE PAST.
Tal es la importancia de este segundo lema que aparece
justo al principio de la película de 1984, lo que nos permite entender que el
argumento de la película girará en torno a esta idea.
George Orwell también critica la forma en la que la
Historia siempre se repite, es decir, avanza de forma cíclica, por lo que continuamente se repiten los mismos errores.
De esta manera, el autor describe cómo está organizada la sociedad y la lucha
de clases que se repite siempre a lo largo de los siglos:
Durante todo
el tiempo de que se tiene noticia, probablemente desde fines del período neolítico,
ha habido en el mundo tres clases de personas: los Altos, los Medianos y los
Bajos. […]Los fines de estos tres grupos son inconcebibles. Los Altos quieren
quedarse donde están. Los Medianos tratan de arrebatarles sus puestos a los
Altos. La finalidad de los Bajos, cuando la tienen—porque su principal
característica es hallarse aplastados por las exigencias de la vida cotidiana—,
consiste en abolir todas las distinciones y crear una sociedad en que todos los
hombres sean iguales. […] Durante largos períodos, parece
que los Altos se encuentran muy seguros en su poder, pero siempre llega un
momento en que pierden la confianza en sí mismos o se debilita su capacidad
para gobernar, o ambas cosas a la vez. Entonces son derrotados por los
Medianos, que llevan junto a ellos a los Bajos porque les han asegurado que ellos
representan la libertad y la justicia. En cuanto logran sus objetivos, los
Medianos abandonan a los Bajos y los relegan a su antigua posición de
servidumbre, convirtiéndose ellos en los Altos. Entonces, un grupo de los
Medianos se separa de los demás y empiezan a luchar entre ellos. De los tres
grupos, solamente los Bajos no logran sus objetivos ni siquiera
transitoriamente. (George Orwell 1949: 114)
Finalmente, Orwell también critica que los valores
revolucionarios que buscan la igualdad se pueden romper sumamente fácil
mediante la tortura del individuo. Estos valores son la libertad, la justicia y
la fraternidad. Buen ejemplo de ello lo encontramos durante la tortura de
Winston, pues lo único que se interponía entre el Gran Hermano y él, era el
amor por Julia, el cual fue destruido mediante su odio más profundo (las ratas).
Por lo tanto, Orwell nos envía un mensaje desesperanzador sobre la naturaleza
del ser humano, pues parece ser que el odio siempre se sobrepondrá al amor. Así, los valores que sostienen a los
totalitarismos (odio y miedo) prevalecerán, a menos que actuemos y los
detengamos a tiempo.
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